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Cualquier excusa es buena para 

la fotografía de viajes...

El asociacionismo, en esto de la fotografía, como en cualquier otra faceta de la vida, incita a compartir e invita a asistir a eventos: talleres, exposiciones, congresos, etc. que son suficiente excusa para la fotografía de viajes.

Congreso de la Confederación Española de Fotografía 2016 en Guadalajara

También la concursística, en muchos casos, nos puede marcar las pautas de nuestras fotografías viajeras con su temática o su concreción en el espacio y en el tiempo... hay que buscar ese entorno o ese momento que exigen las bases en su caso, y así uno se programa el viaje para obtener los mejores resultados, generalmente en compañía. 

 

Nosotros así lo hemos hecho desde siempre; somos miembros de la AFVillena, de la Federación Levantina de Fotografía y de la Confederación Española de Fotografía y esto nos ha llevado a viajar y a descubrir o a encontrar, lo primero, amigos, y después, destinos o recursos dignos de fotografiar.

Así este pasado año anduvimos por Guadalajara donde la CEF celebró su congreso nacional de la mano de la Agrupación Fotográfica de Guadalajara.

Congreso Confederación Española de Fotografía en Guadalajara

A tal efecto, distintos fueron los actos programados: expos, talleres, la Gala Nacional de la Fotografía en la que se hace entrega de las distintas distinciones que incluyen las de ámbito internacional FIAP y en la que se descubre el máximo galardón que otorga la CEF: el de Mejor Fotógrafo del Año que este año recayó sobre el amigo Julián Negredo Sánchez del Grup Fotogràfic D'Almenara.

Congreso de la Confederación Española de Fotografía 2016 en Guadalajara

Como remate al intenso fin de semana que nos brindó la AFGuadalajara, se organizó con la colaboración de Olympus un photowalk por toda la ciudad con visitas guiadas a los monumentos más destacados de la acogedora anfitriona. 

De buena mañana, fresquita mañana, los técnicos de Olympus hicieron reparto del material entre los interesados en probar cualquiera de los cuerpos y objetivos de los que allí disponían... cuando me quise dar cuenta estaba casi todo repartido, pero el bueno de Jesús aún me ofreció una cámara de la serie Pen, no sé qué módelo, con un M.Zuiko de 75 mm muy luminoso (1.8)... y he de decir que me sorprendió la combinación. Al rato me cambió la lente al otro extremo: un M.Zuiko Pro de 8 mm igual de luminoso. A pesar de que no me gusta que en mis fotos se evidencien las lentes empleadas hasta ese extremo de deformación tan exagerado (equivalente a un 16 mm) esta combinación también me hizo pasar un rato agradable y más en los interiores visitados...  Me quedé con ganas de más Olympus, y Ana Mary también, ella ni las llegó a probar. 

Qué mejor que le echéis un vistazo a esta galería de las fotitos tomadas con la Pen de Olympus...

Hayedos de Pedrosa y de Montejo de la Sierra

La excusa fue el Congreso, no había que perdérselo: el reencuentro con los amigos, el taller de Antonio Graell con sus trabajos  Light Hands y La Halurización del Pixel, la citada gala... pero había que aprovechar el viaje y así hicimos: queríamos visitar el Hayedo de la Pedrosa y al día siguiente, ya lunes, el Hayedo de Montejo de la Sierra

Cada uno se encuentra en una provincia distinta, el primero, el de la Pedrosa, en la de Segovia, más concretamente en Riaza, y el segundo el de Montejo en la población madrileña del mismo nombre, Montejo de la Sierra, en plena Sierra del Rincón declarada Reserva de la Biosfera.

Nada más comer en Guadalajara, carretera y manta camino de Riaza; la tarde cae pronto en noviembre y queríamos aprovechar la calidez de la luz al ponerse el sol.

Por el Puerto de la Quesera apuntaba buen atardecer para fotografiar y allá que fuimos... 

Típico refugio en el Puerto de la Quesera que nos llevaría hasta el Hayedo de la Pedrosa
Hayedo de la Pedrosa en Riaza (Segovia)
La parte alta del Puerto de la Quesera con una improvisada nevada que nos hizo salir deprisa y corriendo.

Una vez abajo como si nada, pero arriba tuvimos que salir deprisa y corriendo...

Puerto de la Quesera con las cumbres nevadas.

Fuimos a hacer noche a Montejo de la Sierra para al día siguiente hacer cola para conseguir los pases de acceso al demandado hayedo del mismo nombre...

Consejo: hay que hacer reserva con bastante, bastante tiempo, ya que es complicado acceder en otoño, intentamos reservar plaza para visitar el Hayedo de Montejo de la Sierra (Madrid) y no lo conseguimos una vez más... unos años antes nos ocurrió lo mismo. Sólo nos quedaba madrugar ya allí y esperar a los pases que diariamente se entregan en mano, era lunes y estaban casi asegurados, pero no del todo... para ese día solamente había nueve y una sola visita ...

Menos mal que nos hospedamos "in situ" en el encantador Hotel Restaurante Monte del Tejo regentado por Maribel, buena fotógrafa, y Manolo, excelente cocinero y avezado micólogo de la zona.

Es un buen punto de partida, el ideal, para pasar unos días conociendo todo lo que ofrece este increíble rincón de la Comunidad de Madrid bien llamado Sierra del Rincón de más que merecido reconocimiento como reserva de la biosfera y que comparten cinco pueblos, de esos con encanto: La Hiruela, Horcajuelo de la Sierra, Montejo de la Sierra, Prádena del Rincón y Puebla de la Sierra. 

Había que levantarse temprano y eso hicimos, habitual en nosotros, por eso de las primeras luces que no hay que perder... y ya en el centro de información nos dieron la única hora disponible ese día: las 15h, o sea las 3 de la tarde... y sin avisar, y dando gracias... Pronto, y tras preguntar y recoger algo de info, improvisamos y decidimos aventurarnos hasta la hora de comer... no quedaba otro remedio...

Optamos por La Hiruela y desde allí hicimos un par de rutas que nos llevaron el tiempo justo para ir a probar las buenas viandas preparadas por Manolo en el Monte del Tejo.

Tras dar buena cuenta de lo preparado por Manolo, incluyendo unas macrolepiotas (setas) que habíamos cogido la tarde anterior, salimos con el tiempo justo para la tan esperada y deseada visita al Hayedo de Montejo de la Sierra ribereño del río Jarama que hace de frontera entra la Comunidad de Madrid y la de Castilla La Mancha.

No lo pillamos todo lo otoñal que hubiéramos deseado pero mira, mira...  ah!!!! otra pega: no permiten entrar trípodes con lo que hay que ingeniárselas con el diafragma y con el ISO...  

Lo dicho al principio, cualquier excusa es buena para la fotografía de viajes, un congreso, una exposición, un concurso, el otoño... cómo no la primavera y más por estos rincones... síguenos, estamos en ello...  

Recuerda para dormir y comer Hotel Restaurante Monte del Tejo, en Montejo de  la Sierra...

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